Para mantener una temperatura agradable y reducir el consumo energético en tu hogar, el aislamiento insuflado y el aislamiento soplado son dos técnicas que ofrecen resultados efectivos y rápidos, mejorando el confort de tu vivienda.
El aislamiento insuflado consiste en inyectar material aislante en espacios cerrados, mientras que el aislamiento soplado se aplica en áreas abiertas, ideal para bajo-cubiertas, garantizando una cobertura completa y eficiente.
En las siguientes páginas explicamos con detalle cada una de estas técnicas, sus beneficios y aplicaciones, para que puedas elegir la opción que mejor se adapte a tus necesidades.
